"BARTENDER GORDO: Venga, chavales, a la calle. De mandanga, nada, ¿eh? ¡No me perjudiquéis; a la calle, por favor, que no... me interesa a mí esto!
SIMPÁTICO FARY: ¡Deja a los chavalotes, Pablo! Déjalos que caminen como ellos camelen; si los chavales camelan pegarle un poquito a la lejía o camelan pegarle un poquíto a la mandanga... pues déjalos!"
En Youtube hay una serie de videoclips del Fary, esto lo sé yo y lo sabe todo el mundo. No obstante, presentan una particularidad que los hace dignos de ser vistos, y es que vienen prologados por emotivas dramatizaciones protagonizadas por el propio Fary y que hablan del origen del tema en cuestión, del corte, del track. En este caso, José Luis Cantero está en un entrañable tugurio de la España profunda y unos chavales se lían un porro. Esto le produce una epifanía creativa, de modo que decide marcharse al coche para sacarle todo el partido (pronunciando la enigmática frase: "aplástate aquí, que estoy muy agusto", joder, si estás agusto quédate, ¿no?). Allí compone hábilmente La Mandanga, y fijáos que lo tiene difícil porque tiene que hacer la letra, la melodía, el ritmo... Joder, Freddy Mercury sólo tenía que hacer la letra, bueno, y la melodía, y el ritmo... ¡Mierda, Fary, me has engañado! Al final, Joselu arremete contra la mesa con esos nudillos de arriero, esas manos que a tantas mujeronas españolas han dado placer... y arremete con un ritmo que nada tiene que ver con la canción, como podemos apreciar en el fade in en que entra la música. El tema es imprescindible: es como que no deja de ser apologético de las drogas, pero con muchas miras, él solo es los Sex Pistols de España, la Velvet Underground a lo sutil. Los arreglos que tiene, la verdad, me ponen muy cachondo y muy español. Que dame la mandanga, y déjame de tema.
SIMPÁTICO FARY: ¡Deja a los chavalotes, Pablo! Déjalos que caminen como ellos camelen; si los chavales camelan pegarle un poquito a la lejía o camelan pegarle un poquíto a la mandanga... pues déjalos!"
En Youtube hay una serie de videoclips del Fary, esto lo sé yo y lo sabe todo el mundo. No obstante, presentan una particularidad que los hace dignos de ser vistos, y es que vienen prologados por emotivas dramatizaciones protagonizadas por el propio Fary y que hablan del origen del tema en cuestión, del corte, del track. En este caso, José Luis Cantero está en un entrañable tugurio de la España profunda y unos chavales se lían un porro. Esto le produce una epifanía creativa, de modo que decide marcharse al coche para sacarle todo el partido (pronunciando la enigmática frase: "aplástate aquí, que estoy muy agusto", joder, si estás agusto quédate, ¿no?). Allí compone hábilmente La Mandanga, y fijáos que lo tiene difícil porque tiene que hacer la letra, la melodía, el ritmo... Joder, Freddy Mercury sólo tenía que hacer la letra, bueno, y la melodía, y el ritmo... ¡Mierda, Fary, me has engañado! Al final, Joselu arremete contra la mesa con esos nudillos de arriero, esas manos que a tantas mujeronas españolas han dado placer... y arremete con un ritmo que nada tiene que ver con la canción, como podemos apreciar en el fade in en que entra la música. El tema es imprescindible: es como que no deja de ser apologético de las drogas, pero con muchas miras, él solo es los Sex Pistols de España, la Velvet Underground a lo sutil. Los arreglos que tiene, la verdad, me ponen muy cachondo y muy español. Que dame la mandanga, y déjame de tema.
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